La emoción de la Liga está provocando una serie de debates que no deberían tener lugar. Después de la última jornada, el Barça no ha parado de denunciar unas supuestas ayudas arbitrales al Real Madrid. Todo comenzó con el primer gol del Real Madrid, y acabó con la expulsión de Ronaldinho.
Cierto es que el gol de Sergio Ramos no debió subir al marcador y que Van Nistelrooy debería haber visto tarjeta amarilla (sería su quinta tarjeta), pero no saquemos las cosas de quicio. El Madrid no recibió ninguna ayuda del colegiado del partido. Se equivocó, sí, pero también se equivocó en la jugada de Juan Rodríguez con Gago, en la entrada de Coloccini a Roberto Carlos o en las continuas faltas del canadiense De Guzmán. Estos tres jugadores deberían haber visto la roja a lo largo del partido, pero el árbitro no lo creyó conveniente. Cosieron a patadas a los jugadores del Real Madrid, pero eso no importa, ahora sólo importa que a Ronaldinho le pegaron mucho y fue expulsado por repeler una entrada (una agresión, vamos). Tampoco importa que Roberto Carlos se fuera a casa con cinco puntos en la pierna o que Beckham viera una amarilla totalmente inmerecida…
El Madrid hubiera ganado ese partido antes o después. El gol de Ramos no fue decisivo en el encuentro, ya que el Madrid tuvo que volver a empezar de cero con el empate del Deportivo. A lo largo de todo el partido se mostró muy superior a los coruñeses y en ningún momento se temió por el resultado.
En cambio, el Barcelona estuvo a punto de dejarse la Liga con el Getafe. El equipo madrileño salió al campo con la idea de ganar el partido y apunto estuvo de fastidiar la temporada del Barça. El equipo de Rijkaard resolvió el partido en una jugada. Tuvo algunas oportunidades para aumentar el resultado, pero no fue capaz de materializarlas. Este Barça se parece cada vez menos al de la temporada pasada. El buen juego brilla por su ausencia, le falta gol, el vestuario está dividido…etc. Puede que el Getafe jugara duro, pero el árbitro permitió ese juego, igual que lo permitió en el Bernabéu. Ahora todo son excusas y quejas, pero la pura realidad es que su fútbol ha bajado considerablemente.
También me parece increíble la posición de Johan Cruyff. El ex técnico del Barça criticó con dureza las actuaciones arbitrales de la pasada jornada y dudó de la honradez de los colegiados. En vez de analizar el juego azulgrana se dedica a esto. Pienso que los diarios catalanes deberían analizar mejor la temporada del Barça, de esta manera se darían cuenta de lo ocurrido.
Ahora que el Madrid es líder y está dando un gran nivel es cuando se fijan en estos errores, pero nadie allí arriba ha criticado las “ayudas” que ha recibido el conjunto catalán a lo largo de la temporada. Igual que no criticaron la derrota del Madrid en Santander o muchas otras jugadas desafortunadas.
Los árbitros pueden equivocarse mucho a lo largo de la temporada, unas veces a favor y otras en contra, pero no lo hacen intencionadamente. Todo esto sale a la luz cuando no se puede hablar bien del equipo. Algo parecido ocurrió con el Real Madrid, pero no se levantó este revuelo. Lo mismo ocurre con la prensa catalana. Les gusta mucho criticar al Madrid y comentar sus “ayudas”, pero cuando ocurre al contrario no se les puede criticar. A eso se le llama hipocresía.