Osasuna logró ayer un triunfo histórico. Hasta ahora, el equipo rojillo no había pasado nunca de los cuartos de final en competición europea, pero los pupilos de Ziganda se encargaron ayer de escribir una nueva página en la historia del club navarro.
Muy pocos pensaban en la clasificación de Osasuna tras el sorteo de octavos. El Rangers, un equipo equipo histórico, sería el verdugo de los rojillos, y los navarros dirían adiós a Europa. Nada más lejos de la realidad. Osasuna demostró en Ibrox todo su potencial, y puso contra las cuerdas a los protestantes. Sólo un despiste en los minutos finales privó a Osasuna de la victoria en tierras escocesas. Aún así, el resultado era muy bueno.
Ayer se jugaba la vuelta de los octavos de final, y el equipo rojillo terminó lo que había empezado la semana anterior. Osasuna tuvo un inicio titubeante, muestra del respeto que sentía por el Rangers, pero pronto empezó a demostrar que lo de Ibrox no había sido un sueño. Los navarros pudieron sentenciar mucho antes la eliminatoria, pero al igual que ocurrió en Escocia, la falta de puntería puso emoción al partido. El tanto rojillo no llegaría hasta el minuto setenta, cuando Webó aprovechó un buen pase de David López para poner tierra de por medio. El gol del delantero camerunés hizo estallar a la grada, que no paró de celebrar el histórico triunfo de su equipo.